Mi corazón y Yo.
Nada como tener un corazón audaz
que quiere lo imposible.
Le explico que se tiene que soportar
con todos los espejos asustadores
que se acostumbra a mirar.
Le enseño que es mejor que sus ganas
sean ganas por las cosas
que son cosas posibles
Sin embargo, él sube a los árboles.
Hace incendios en montañas de hielo,
y a las noches, les inventa el sol.
Por eso, no lo culpo más.
He comprendido que sus inventos
le vienen de la vida,
y que ella, lo penetra
como oxígeno contaminado.
Ahora, apenas le pido que se quede.
Que en sus locuras se acuerde de mí,
Y que al pasar los años , cada vez más
Me muestre, a mí –él-
Lo posible de las cosas imposibles.
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