95 AÑOS DE SU NACIMIENTO

Corín Tellado y el matrimonio "sin amor" de la reina de la novela romántica

Pronto intuyó que su matrimonio había sido una equivocación. Lo definió como un "gran error" y aseguró que juntos eran "un fracaso como pareja"

Corín Tellado, en una imagen de archivo. (Getty)

Por  

R. Riaño

25/04/2022 - 05:00

Vendió 400 millones de libros y fue la escritora en castellano más leída después de Cervantes. Corín Tellado, que este domingo 25 de abril habría cumplido 95 años, alcanzó estos logros escribiendo novelas de amora pesar de definirse a sí misma como una persona “afectuosa, pero no una cursi, ni siquiera romántica". 

María del Socorro Tellado López (Corín Tellado) escribió alrededor de 5.000 libros, la mayoría de ellos de temática amorosa. Sin embargo, la reina española de la novela rosa no logró encontrar su propia historia de amor en su vida real. 

Se casó una sola vez, cuando tenía 33 años, pero ni fueron felices ni comieron perdices, como les solía ocurrir a las protagonistas de sus libros. Su matrimonio fue corto y muy falto de amor.

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Gracias a la biografía sobre la autora, escrita en 1991 por la periodista Blanca Álvarez y titulada ‘Yo soy así’ (Grupo Libro), se desveló que, a pesar de su separación y de que Corín Tellado no volvió a tener pareja, sí experimentó el verdadero amor una vez en su vida. La escritora tuvo un novio del que sí se enamoró, aunque la relación acabó con un triste final. Fue antes de conocer al que se convertiría tiempo después en su marido. El pretendiente en cuestión fue un marino que no supo entender el trabajo de Tellado ni su vocación por la escritura. “Quería que dejase de escribir, que me convirtiera precisamente en una pueblerina, y no, ¡hombre!”. Cuando ella se enteró de que él se había casado con otra, prometió: "Con el primero que llegue, me caso".

Ese momento llegó cuando conoció a Domingo Egusquizaga, delegado comercial de una compañía vasca que había acudido a la Feria Internacional de Muestras de Asturias. Domingo era, según Corín, "guapo, bien plantado, limpio, dicharachero... Era el hombre perfecto". 

Con él que contrajo matrimonio en 1959 en Covadonga, en un momento en el que Tellado ya gozaba de un gran éxito como escritora. La novia vistió de negro y, tal y como contó a su biógrafa, se casó harta de costear las bodas de familiares. Pronunció el 'sí, quiero' “un poco por revancha y un poco por dolor. Por demostrar que no vivía de apariencias y que lo importante eran otras cosas. Dolida por esa actitud, por la obligación de correr con todos los gastos". 

Pronto intuyó que su matrimonio había sido una equivocación. Como “gran error” lo definió en 'El País'. “No pegábamos ni con cola. Él hubiera sido feliz con otra mujer, y yo lo hubiera sido con otro hombre. Juntos éramos un fracaso como pareja. No teníamos nada en común". 

El matrimonio duró poco más de tres años y, tras el nacimiento primero de su hija Begoña y después de su hijo Chomín, llegó la separación. "No era ni mujeriego ni borracho ni un mal amante. ¿Qué pasó?, que no lo soportaba. No lo quise ni antes ni durante ni después. Siempre fui muy libertaria y siempre hice lo que me dio lo gana. No encajaba con alguien tan estirado y tan tradicional. Pude permitírmelo porque ganaba mi propio dinero. No entiendo a las mujeres que aguantan y aguantan o las que no denuncian los malos tratos. Antes prostituirse que permitir un golpe. Eso sí, no me divorcié, simplemente, porque no tenía intención de volver a casarme. No me hacía ninguna falta un hombre", declaró en una entrevista concedida a 'El Mundo'. 

En 1991, 'El País' recopiló una serie de declaraciones que la escritora había hecho a este medio. Entre ellas, llaman la atención aquellas en las que Corín Tellado admite que nunca estuvo “locamente enamorada. Quise apaciblemente. No he sufrido nunca ese amor ardiente y arrebatado (...). Me emocionan las cosas reales, las que palpo, las que tienen vida. No me seducen las puestas de sol, ni las estrellas, ni la luna llena. Yo nunca he dicho 'te amo', 'te quiero', 'vida mía'. Solo lo sugiero en las novelas para que se emocionen otros. A mí me conmueven los animales, los prados, las personas, la roca viva, los acantilados". 

Añadió que ella "era mucha mujer” y que él era “guapo y buena persona, pero era un fastidio. No era un hombre malo, pero su carácter era fastidioso, reñía, era un cascarrabias". 

Tras la muerte de Domingo, Corín Tellado fue clara con respecto a sus sentimientos hacia él: "Nunca se preocupó de sus hijos, con eso se lo digo todo. Quizá creyó que no iba a ser bien recibido si se acercaba por aquí. Se equivocaba, desde luego. ¿Cómo iba a hacer yo algo así?”, confesó en 'El Mundo'. 

Una vez fallecido, se descubrió que Domingo Egusquizaga guardaba en su casa desde los libros y los artículos que escribía Tellado hasta las cartas que él le había enviado y que habían sido devueltas por la escritora sin leer. Tras la muerte de su exmarido, Corín Tellado quemó esas misivas sin abrirlas. “Me enteré de que guardaba en su casa mis libros, los artículos que yo había publicado durante todos estos años en un montón de periódicos, las cartas que me enviaba y que yo le devolvía sin leer. Fíjese, pienso que siempre estuvo enamorado de mí. No, en las cuestiones sentimentales no he tenido suerte".

Corín Tellado nunca volvió a encontrar el amor: "Soy mujer de compañero, pero fallé una vez y eso me marcó", confesó en 'El País'. "Lamento no haberme casado otra vez, pero es que nunca me divorcié. Cuando pude hacerlo, no existía el divorcio en España, y cuando se legalizó, el sol había pasado ya por mi puerta”. 

El 11 de abril de 2009, Corín Tellado murió a los 83 años en su domicilio de Gijón tras sufrir una caída ocasionada por un infarto cerebral. Si una vez aseguró que su exmarido había muerto como buscó, solo, ella lo hizo rodeada de sus hijos y sus nietos. Antes, había declarado que, a pesar de todo, siempre respetó a Domingo Egusquizaga y que si le viera en el más allá, le daría la mano. 

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