¿Qué haría, Amor. si no estuvieras a mi lado? ¿Cómo llevaría mis cargas, cómo me desharía de ellas, si tú no estuvieras conmigo? ¿Quién enjugaría mis lágrimas y quién acompañaría mis risas, sino tú? ¿Quién prendería la luz de mi camino para volver a casa, para regresar a tus brazos, cálidos y protectores, si no fueras tú? ¿Con quién compartiría mi andar, mis sueños, mis versos y mi vida, si no lo hiciera contigo?
Te amo, como jamás amé a nadie, con este amor tan profundo y eterno que nació conmigo, que surge desde lo más hondo de mi corazón, y que te dedico, como homenaje a la Mujer que eres.
Te deseo, con todas la fuerzas, de la que mi ser es capaz, deseando cada momento íntimo, como único, como el primero, como el último, como siempre, deseando cada espacio de tu cuerpo, cada caricia que me prodigas, cada beso que me das.
Te quiero, y quiero dedicarte mi vida, que es todo lo que tengo de valor, dedicándome a amarte, a cuidarte, a mimarte, a protegerte, a honrarte, a hacerte feliz, para que, lo que nos quede de vida, vivas en paz, sintiéndote amada, sin más tristezas ni miedos, pues de ellos ya has tenido suficiente.
Te extraño, aun cuando sé que aunque no estemos juntos, estás a mi lado, codo a codo, en una comunión que ni el Universo se atreve a deshacer, como dos que somos uno.
Te necesito y siempre estás aquí, cuando los problemas me desbordan, o simplemente cuando necesito que me escuches, porque tu corazón late en la misma frecuencia que el mío, y siempre tienes la palabra justa, el consejo sabio que calma mis angustias y mis miedos, como la única amiga verdadera que tengo.
Te admiro, por la inteligencia que hace de ti una persona distinta, por la fuerza que te mantuvo viva durante tu difícil vida, por tu forma de ser inmensamente especial que te destaca con luz propia por sobre el resto de las personas.
Amor, quiero decirte que te amo, te deseo, te quiero, te extraño, te necesito y te admiro, y que agradezco el inmenso amor que me das.
