Otra noche sin que tenga tu beso. Lo cielo es frío e triste.
Ah, mi niño, sospecho que también estás así.
Mi felicidad, ahora, era tenerte en mis brazos, contemplar tus ojos trigueños y escuchar tu amor decirme las palabras más ternas e dulces.
Ayer, cuándo nos quedamos en la tardecita, nosotros lloramos el dolor de la separación.
Yo preciso que tu me hables, que tu me señales tu amor.
Mi amor te llama, pobrecito... El amor que tu conoces. El amor que non suporta el silencio.
El amor que vive de sonrisas, ¿recuerdas?
Yo necesito de tu beso, tu abrazo, tu poesía, tu placer en mi cuerpo, mi gozo en tus brazos, todas las cosas que solamente nos dos conocemos como vivir.
¡Instiga por mí, mi amor! Estoy aquí, te aguardo, te amo...
Me asusto ... me distraigo que puedes sucumbir ...
¡Instiga por mí, mi amor!