FADOS DE LISBOA: música para despertar los sentidos!
León, Miguel Ángel Nepomuceno
El olvido y la memoria o cómo una canción puede surtir el efecto de la magdalena proustiana y evocar los sentimientos más ancestrales del hombre.
Esto fue lo que ayer noche sucedió escuchando las maravillosas melodías del Fado de Lisboa - que hoy hacen bis en el Auditorio del Conservatorio de Astorga -, un deambular por las esquinas de los recuerdos para encontrase al final con uno mismo.
La "saudade", el destino, la suerte y todo que la palabra fado significa fue diseccionado de forma conclusiva por este grupo a las órdenes de Torre da Guia, un aventurero de la canción que supo como nadie extraer con sus melodías todo el apego alos tiempos y a las personas que quedaron distantes. Incendiarios del amor que se conplacen en la distancia, en la ausencia, en la inposibilidad de realizacion. Esto fue lo que esto grupo desveló con sus fados, el sentimiento poético y la expresión más popular por este "gusto de ser tristes", que nos es ni fue otra cosa que un lamento entrecortado de sollozos.
Auditorio estremecido al ser habitado por tanta tristeza pero con el convencimiento que lo que se estaba escuchando calaba hondo en las entrañas porque formaba parte de algo consustancial a la persona, los recuerdos, las vivencias que arropadas por una música igual de pegadiza desejaban desarmado o oyente.
El recital fue un autentico placer para los sentidos y un chasquido para el alma.
Certa vez revelaste-me que eras uma interessada estudiosa da língua espanhola... Pois, neste ensejo, transcrevo a crítica dum conceituado jornalista espanhol sobre o Fado que eu e o meu grupo viemos exibir a León após termos logrado ontem um excelente e bem sentido êxito em Gijon.
