Santa Cruz, 4 de mayo.- El reloj marca las 11:00 p.m. Acabo de llegar de la Plaza Central. Me siento frente a la computadora. Quiero compartir esta alegría con mis compatriotas venezolanos.
Música, cánticos, bailes, banderas, consignas, fuegos artificiales y, sobre todo, mucha alegría. El Sí triunfa con más del 80 por ciento, quién sabe si con el 90. Lo que informa VTV a los venezolanos es mentira. No hubo casi abstención; hubo una participación masiva en las mesas. No veo oligarquía, sólo veo un pueblo volcado a las calles. La violencia fue mínima; la poca que hubo fue provocada por el oficialismo. Tampoco veo fraude; al único que sorprenden con papeletas marcadas en la mano es el representante del ALBA en Bolivia.
Comienza el acto. Cantan el himno nacional de Bolivia; sólo después cantan el de Santa Cruz. Con eso demuestran que no quieren desmembrar el territorio, como alegan los del oficialismo. Se trata de un proceso de descentralización, como el que una vez se aprobó en Venezuela. La autonomía es para protegerse de las pretensiones totalitarias de Evo Morales.
Llega Rubén Costas. Euforia en la gente. A partir de hoy deja de ser prefecto; pasa a ser gobernador. Comienzan los gritos: “gobernador, gobernador”. Están presentes el Presidente del Comité Cívico de Santa Cruz y algunos prefectos de departamentos vecinos. Durante las próximas tres semanas habrá referendos similares en Beni, Pando y Tarija.
Evo Morales aparece en una pantalla gigante que pusieron en la plaza. Dice que el referendo fue un fracaso. La gente se ríe; se burla de él. Entonan una canción que los cruceños compusieron en su contra. No lo respetan; piensan que es un simple títere de Hugo Chávez. Hoy ha habido una clara rebelión contra Morales, pero principalmente contra Chávez.
La gente en la plaza se entera de que soy venezolano. Muchos se acercan. Me abrazan espontáneamente. Me dicen que los venezolanos tenemos que liberarnos de Chávez, así como ellos se están liberando de Evo Morales. Uno me dice: “aprovechen esta oportunidad, no dejen que Chávez los siga dominando”. Esa frase se me queda grabada.
Comparo lo que veo personalmente en Santa Cruz con las mentiras que difunde VTV sobre el referendo boliviano. Me doy cuenta que la Revolución es una farsa, basada en la propaganda y en el terror. Es hora de despertar. Los bolivianos nos han dado un ejemplo. El pueblo en la calle –en una actitud pacífica, pero firme– ha logrado sacudirse de la Constitución totalitaria de Morales.
La frase del joven cruceño da vueltas en mi cabeza: “no dejen que Chávez los siga dominando”. Es un día de gran felicidad, y a la vez motivo de reflexión. Si los bolivianos pudieron, ¿Por qué nosotros no?
