Agradezco a mis viejos, por la vida. A ellos, y a mis hermanos, mis abuelos, mis tíos y mis primos, por la infancia. A mis amigos por la adolescencia y la juventud. A quienes hoy están aquí, conmigo, y a los que no están, porque ya no estarán, como mi hermano, mi suegro, mis abuelos, mi amigo.
A mi esposa, que está a mi lado desde hace ya tantos años. Más de los que viví sin ella, compartiéndolo todo, buenas y malas. A ella que me dio su vida y la de mis hijos. A Franco, a Esteban, a Eleana, mis hijos, por su amor, por su paciencia, por enseñarme a ser padre, por ser como son.
No me arrepiento de lo que hice bien. Lo volvería a hacer del mismo modo. Sí me arrepiento de lo que hice mal. Si pudiera repetir el pasado, evitaría caer en los mismos errores.
Lamento las cosas que no dije, como las pocas veces que les dije que los quiero. Lamento otras que sí dije, como cuando, con mis palabras, los lastimé.
Estos años, que son nada, comparados con el universo, sí lo son para mí, pues son toda mi vida, hasta hoy. No sé cuántos más me quedan por vivir, pero sí sé que los voy a vivir tan intensamente, o más, como he vivido estos, y mejor por lo que me enseñaron los caminos que recorrí.
En todos estos años disfruté de los aciertos que tuve, pero mucho más aprendí de mis fracasos.
Aprendí que debo decir más “te amo”, que debo amar más, pues nunca es mucho.
Aprendí que debo disfrutar más de la vida, del momento que tengo, y no pensar tanto en ayer, ni en mañana, que el mundo no dejará de dar vueltas por mí.
Aprendí que las cosas que tengo son más que las que necesito para ser feliz, pues estoy vivo.
Aprendí que debo decir lo que siento y lo que pienso, sin rodeos ni dudas, pues cada palabra mía muestra lo que soy.
Aprendí que puedo pensar y soñar, aun en la peor dictadura, porque pensar es un acto de mi libertad. Y soñar es mi posibilidad de crear.
Aprendí a aceptar a los otros como son, sin intentar cambiarlos a mi imagen y semejanza, apreciando la diferencia.
En los años por venir, tratar de vivir de acuerdo a lo que acabo de decir, es mi principal objetivo.