Al mirarme en el espejo, veo la máscara que he creado de mí. Al mirar hacia adentro, veo mi alma tal como es.
La pasión entre un hombre y una mujer es como un rayo, en un cielo tormentoso. Imponente, de altísimo voltaje, fortísimo, admirable..., y fugaz.
Si te asomas a la ventana y miras los pájaros, verás que cada uno lleva, en el pico, un beso para ti.
Es posible morir de amor, sin que muera el cuerpo. Solo es necesario que muera el alma.
Cuando se es joven se corre rápido, pero el tiempo transcurre lentamente. Cuando se llega a viejo se camina lento, mas el tiempo vuela.
El tiempo no existe, es sólo otra invención humana, por lo que no tiene importancia perderlo mirando una puesta de sol, un cielo estrellado o los ojos de un niño.
Al mirarme en tus ojos, me veo porque te amo. Si te miras en los míos ¿Te ves en ellos?
No soy como los demás, no soy comparable. Soy una persona muy especial. Pero no es por mí. Es por que ti me haces especial. En ella me transforman tus ojos, que me ven de una manera distinta, tu boca, que me nombra de otro modo, tu corazón, que late por mí.