Como una ráfaga caliente llegó mi corazón, destruyendo la indiferencia y dejando todo sin orden.
No llamó, no avisó, no me dejó salir ni quedarme : apenas me agarró violentamente.
Como una sanción obligatoria me dijo que olvidara todas las cosas, que mordiera mis penas y soltara al viento mi razón.
Y yo me arrodillé y obedecí, y aquí está:
Aquí está mi ser (perdido a veces) sin entender tus refugios
Sin preguntar casi nada,…
Y me doy cuenta de que no entiendes un amor como el mío :
Por estar acostumbrado a las cosas triviales, a las personas convencionales, a las personas básicas sin misterio ni magia…lo interrogas.
Le provocas con los celos, lo haces menos. Lo pretendes y lo niegas, tienes miedo?
Él te asusta y te perdona, te rescata …Y de repente te pide que lo olvides, porque no es tuyo, porque lo has violentado hasta el alma.
Trata de refugiarse : puede ser tarde, ya.
Va a esconderse de la agresión.
Hasta que lo maten o lo condenen : él se esconde cuando lo atacan, hace de cuenta que no es con él. Tiene ganas de perdurar, para siempre , aunque sepa que su existencia es como la ola del mar.
Y entonces, cansado, un día se convencerá de que no tiene más su lugar de refugio- no contigo- y partirá llevando cartas, palabras lindas que nos dijimos y que nos tocaron las arterias y venas más guardadas.
Hasta el próximo verano, hasta el invierno. Hasta que se encuentre con otro espacio, cruzado de momento pleno con un par de ojos que lo cautiven, que lo obliguen a quedarse por ahí…