Y después de la oscuridad dolorosa
vino la explicación blanca
y las disculpas de las tinieblas fabricadas
que se refregan en los poderes enfermos.
Corran, grillos de la selva
huyan los conejos, comadrejas y ranas:
el fuego que calienta... también mata.

No quisiera ver imágenes de humo
mucho menos respirar en esa hornalla.
Me dijeron que la culpa es millonaria
y se esconde como quién no sabe nada,
es que manos y cabezas la aplaudieron
ignorando los clamores y las faltas.

Aunque risas y alegrías no me faltan
ya es difícil mantenerlos en mis aguas
Junto al mar de la esperanza que no cansa
aún duelen esas llamas como llagas.
Quedaría de rodillas, si ayudara
pero no... el que manda no se importa
y aún se jacta.

No se muere la esperanza de quien sabe
de quien ama, quien aguanta..
No se acaba nuestro canto: somos tantos!
No termina aquí mi voz , soy muy porfiada.
Si los grillos se escondieron , que reclamen
y entre piedras nazcan yuyos
como espadas.

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