UN POCO SOLA.

De vez en cuando

los deseos de verte se hacen insoportables

pero no tengo las llaves

para cambiar el instante.

No inmediatamente

como reír

o llorar.

Entonces hay que arreglarse

como si fuera oportuno

dormir en banco de plaza:

aunque incomode un poco

que bien que hay un banco.

Al cansancio

no le importa.

A veces es indispensable

pensarte

respirar sabiéndote vivo

aunque distante.

Y entre los engranajes

que casi me deshacen...

encontrarte.

Ando cambaleante

o firme e indiferente

querría creer en destinos

y que la vida no es

inconsecuente

pero vuelan los nexos

y se esfuman los planes.

En este pacto firmado

con mi lado de adentro

no pretendo arrancarte.

No se trata de acierto

como alvo o encaje.

Aunque el deseo

me deje sola y se agrande.

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