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cronicas-->Traduçoes de Adria Wicce -- 11/10/2003 - 18:20 (Marcelino Rodriguez) Siga o Autor Destaque este autor Envie Outros Textos


Marcelino Rodriguez (traduçao Adria Wicce)

MUJER

¿Cuándo amo una mujer
- Aún por una noche -
por qué será qué el sol
Nace siempre nuevo
En la mañana siguiente?
Mujer, horizonte
Y eternidad.

La INSPIRACIÓN

Puedo escribir diez poemas en un día;
Y en diez días, ninguno.
Soy el arpa, el instrumento,
Que un ángel toca
Cuando Dios quiere.

Del libro juvenilla

DON

No sé si entenderán.
En todo caso, mis ojos son de asombro.
Mi inspiración es libre
Como la ventana que abro: Jesus está allá.
¿Quién comprende?
Entonces, me dejo ir, apenas ir
Como las hojas al viento,
Los peces al mar, los pájaros al cielo.

SUEÑO

Cierta vez soñé
Con una muchacha rubia.
No recuerdo si conversamos,
Si dispensamos palabras.
Sé que desperte llorando
Y la vida ya no importaba.

El CABALLERO

Mi dicha
Es tan pequeña,
Cabe en mi soledad.
Las cuentas pagas, la mujer en día,
La ventana sobre el horizonte,
Una perro guardándome todo,
Un ángel juega en el jardín.

Mi dicha es tan pequeña...
Sin embargo, para conseguirla,
Es preciso que yo tenga una espada
Y los siete dones de un caballero,
Pues para conquistar
Mi dicha
Tan pequeña,
Soy yo contra el mundo.

SUR DE MINAS

Gusto de ti
Del tamaño del sol
Y de la luna.

Gusto de ti
Antes y después
De la lluvia.

Gusto tanto de ti
Que si más gustase
En el mundo no cabría.

Vendo una estrella,
Fugitivo de ti,
En el alma veo
Palabras candentes
En las frías Minas Gerais.

Carmo da Cachoeira, Sur de Minas.

6 / 1999.



UN NIÑO


Era un niño romántico, rebelde y galante me acuerdo aún de una de sus primeras declaraciones de amor, puesto que de la primera, de la inaugural , no me recuerdo, tal fue su precocidad en las pasiones. Lánguido, susurraba a la niña:

-Estoy vidriado en vos.

Después se quedó matutando que adentro de él había un mundo más vasto y misterioso, un alma prolongada de posibilidades, que más tarde el adolescente poeta exploraría.

Era un niño de asombraciones, que cantaba bajito para expulsar numerosos y reales fantasmas.

Era un niño que le gustaban cosas inaccesibles, nobles y excéntricas. Puede ser de allí el origen de su equipo de fútbol, de su escuela de SAMBA -o quizás todo sea efecto de su luna en signo de pisis.

Era un niño que le gustaba defender los más desamparados a pesar de la bronquitis y de la fragilidad física.Un niño justiciero.

Era un niño aristocrático, con pudor de las cosas materiales. (Qué no pocas veces lo dejó en triste constreñimiento).

Un niño que detestaba la miseria, porque creía que la vida es un himno de éxtasis, victoria, abundancia y luz.

Era un niño humorista. Las maestras no comprendían porque se reían a carcajadas de él. Un día el niño, con la ingenuidad de niño, pregunta:

-¿Maestra, por qué es qué el iribú nace blanco? No entendió la risa de los compañero,ni porque fuera retirado de clase.

Un niño que amaba más la humanidad que los dioses.


Era un niño con una diabólica capacidad de persuasión. Un niño que creía hondamente en sus ficciones, con las cuales encarnecía a los adultos.

Era un niño que amaba más a los animales que a la raza humana. De tal manera que quedaba abrazado a su perra Palomas,sin camisa, libre como un salvaje, contemplando la naturaleza tema de Santo.

Un niño que sentía la vida como algo grandioso de importancia. De tal manera que el simple nacer del sol era motivo para una epopeya.

Era un niño que vivía en mundos inimaginables, además de Disneylandia, Oeste Americano, bastidores del alto espionaje (ah, Brigit Montfort, pasión morocha y fatal de ojos azules) y el castillo del Conde Drácula.

Un niño orgulloso de su descendencia española, al mismo tiempo que se veía parecido con el capitan Mike, su padre

negro.

Era un niño que se fugaba del catecismo. pues solo aceptaba

el amor y la pasión como dogma; alen de lo demás desconfiaba de la hipocresía de los adultos.

Un niñoque se emocionó al ver al Papa.

."Era un niño rubio con ojos de jabuticaba Llevado como él solo",segun los versos de ese mismo niño, ya adolescente y ya nostálgico de su infancia.

Ese niño que un día yo fui, desenrollarlo de su historia y su confluencia en el hombre de hoy, es lo que dio en estas líneas.




Rio 27/02/1996




El OBSERVADOR DE GORRIONES


"La noche es siempre fría

Cuando no se tiene un techo con amor"

Roberto Carlos




Hace exactamente diez años atraz,(1986), publicaba mi primer trabajo en libro, un pretencioso "Soneto Eterno", influenciado (yo creaba) por la obra de Schopenhauer. El tal soneto (nada ortodoxo) pretendía tratar de la eternidad de la materia.

Ésa primera aventura literaria salió por la editora Shogun Arte, de propiedad de la pareja de Paulo Coelho (hoy nuestro más importante escritor, aunque muchos "académicos" no reconozcan su valor, quizás por no comprender el contenido de la obra) y Cristina Oiticica,que es una pintora simpática y de mucho talento(hasta hoy no olvidé la sonrisa que ella me dirigió, cuando estuve allá, en la editora.). Por tanto, fue ese soneto eterno, que llegué a anexar a la cantina del cementerio y, para mi espanto, un amigo me dijo que vio gente copiando, que inició mi ambición literaria.

Al menos públicamente, puesto que yo empezara a escribir uno o dos años antes.No tengo certeza de como fue exactamente ése,mi inicio (mi madre cuenta que. muy niño aún, yo ya canturreaba " me quieren matar de hambre,pero yo agunto porque soy hombre") con la palabra escrita. Tengo dos tesis.

La primera sería que fui inspirado en las lecturas de un poeta llamado José Enokibara, muy popular en el centro de la ciudad, donde vende sus libros, personalmente. La segunda hipótesis habría sido una pasión por Rita, una chica que frecuentaba el baile del Imperial. Ella me inspiro una carta en prosa y verso.


Era una carta apasionada. Me acuerdo de una rima así"Es prohibido desilucionar a un muchacho metido con Vinicius de Moraes".Estoy mas inclinado para la primera tesis, pues uno de los motivos que me llevó a la pasión fue ella al haber dicho que le gustaba la poesía.Despus descubrí que no le gustaba tanto así.. Al final, el muchacho metido a Moraes, fue engañado, con poesía y todo (ella enamoro con el baile entero menos conmigo)

De cualquier manera,fue el soneto eterno que abrió casi una eternidad de sufrimiento y exílio social. Primero por que como pasa hasta hoy, yo tenía que pagar las publicaciones, y no siempre tenía condiciones.Por otro lado siempre que intentaba seguir otras inclinaciones,hacer algo mas rentable,sufría, yo quería poesía, con toda la radical edad adolescente.

Mientras yo vivía leyendo, mi madre me mandaba a trabajar y cuando mas me mandaban,digo mandaban porque,con el tiempo; hermana,tíos y vecinos se adhirierona a la persecución implacable. Lo peor es que yo continuaba leyendo y escribiendo.convencido de que aquello era mi trabajo. Pobre de mí! mis poemas fueron poniendose triste, tan afligidos como los niños de las calles o las flores de mas cunetas.

Cuando la cosa apretaba mucho, yo arreglaba (o aparecía.) un pico cualquiera. En ésos diez años, para ganar dinero de forma práctica, me desdoble y continúo, auxiliar de despachante, recepcionista, inspector de colegio por un día (los niños me llamaban de Cazuza, científico... entendí qué Estaba ejerciendo la profesión equivocada), vendedor de pétalos de rosas (servicio tan descaradamente inútil cuanto poético. Los pétalos eran los últimos homenajes a los difuntos. Creo, sinceramente que los muertos me ayudabanbien, trabajaba poco y aprendía mucho sobre la vida y la muerte. Hoy yo no tendría más coraje de ejecutar ese servicio.), caja de la pensión de mi madre, repartidor de diario (también, por un día, ya que luego de este dia de estreno me quicieron robar).

...ah, me iba olvidando de que, de niño, vendía diario viejo para ayudar mi madre, y que guardé coches en la adolescencia. Y tuve que tragar, no pocas veces, que nunca hice nada para nadie. Por eso, hoy día, lo que hablan de mí es tan importante como vómito de borracho.

Hoy día soy un desempleado ortodoxo. De aquéllos que miran el diario todo domingo, sale en la segunda y deaparese con empleos mirabolantes de anuncios mentirosos, la insensibilidad de los "colocados" y vuelve a casa con una admiración secreta por los mendigos, marginales y todas las criaturas fuera del "mercado". Mercado ése que quiere "jóvenes" hasta veintitrés años. Gente que colabora con ese tipo de sociedad me parece más indigna que la sobra orgánica de los excluidos.

Mientras las cucarachas recorrían mis originales, recibía propuestas singulares de editores y "academias de letras", desde que yo pagase, evidentemente. Alén de otras humillaciones "menores". Con el tiempo mi sendibilidad se iba secando, la sonrisa rareaba, la perplejidad se tornaba infinita. ¿Qué era yo, al final? Y la crisis de identidad fue inevitable. Brutal.

Un día, debruçado en la ventana, en aquella hora del crepúsculo en el que los trabajadores ortodoxos rectos, hijos de Dios que cumplen un destino y retoman a sus hogares con la sensación del deber cumplido, tuve una sutil inspiración de exiliado y viajé en un poema, pues percibí qué durante todos esos años yo continué en la ventana,observando. ¿Qué yo observaba? En ese día, unos gorriones chillaban despretensiosamente en los cables telegráficos, en el jardín de la empresa de enfrente. Mientras el viento soplaba en mi rostro, una idea vaga se tornaba enuna forma de poesía.


Marcelino nada hace.

Marcelino nada espera.

Recibe lo que el viento trae

Y aceptada lo que el viento lleva.

Profesión: observador de gorriones.

Por ser los gorriones una especie de vira-lata de los pájaros, por la aparente y total despretención de su canto, por su vagabundeo explicita, que parece estar siempre en busca de los lirios del campo, pues no trabajan y ni hilan, por la humildad y deslumbramiento (un gorrión no exige mucho, su lugar de residencia, vive con la misma desenvoltura en la ciudad o en el campo), por la impermeabilidad a las jaulas - un poco por el dsaire a los opresores yo me sentí afinado con esos pájaros.

Creo que así explico el titulo de este libro, alén de un poco de mí oficio. Gracias.


Febrero, 1996



SANCHO PANZA

De los amigos que tengo, Dios parece haber puesto un para auxiliarme en aquellos momentos en los que la vida parece decir: o un amigo o la muerte.

Conocí a Fialho cuando estaba en la segunda infancia, que "va de los siete a los catorce años en mi psicoanálisis particular, con todo respeto al maestro de Viena, que no sé si concuerda o desaviene con mi cronología. Y luego al primer encuentro, en la conducción, estábamos yendo en una excursión, él me causó conmoción de alguien completamente diferente de mí. Era gordito, cara de bobo.Le ofrecí un bizcocho. Recuso.Su hermana dijo que él no aceptaba porque sino comería todo. Traté entonces de resguardar, en mi avidez de delgado, mi alimento.

Fuimos a la excursión y, aunque sin grandes aproximaciones, bromeamos juntos en la Cachoeira...

Algunos pocos años después, cuando yo ya salía de la segunda infancia para la terrible adolescencia, fui a vivir con los terrores del castillo asombrado de mi imaginación y de mi fragilidad estructura cerca del Fialho, en San cristovão.

Estaba completamente desambientado, pues salió de un medio relativamente rural (tenía pitanga en algunos lugares) para una área completamente urbana y agitada demás para que yo pudiese dar alas a mis juveniles devaneos (¡cómo habían se quedado para detrás los árboles de otras primaveras!).

Tenía, desde entonces, periódicas crisis de angustia. La verdad es que no conseguía vivir en aquel lugar, tenía la sensación del que iba a enloquecer a cualquier momento, estallar o morir. Además, quién pueda definir los sentimientos más angustiantes de pavor, ¿cuándo, aparentemente, no hay fantasmas o vampiros por cerca?




En una esas crisis (fueron muchas), Fialho, que parecía gigantesco, me llevaba entre las aldeas fantasmagóricas de autos para echar totó en un lugar fétido y oscuro. después que echamos algunas partidas, y me distraía, el recinto fue ganando aquella belleza afligida de los idilios y, Fialho, la luminosidad de los ángeles, de los amigos. Ni todo estaba perdido.

Hasta el infierno debe tener un remanso para los condenados, unao vez que otra... ¿sino, cómo creer en la infinita misericordia divina?

Es verdad que nos desentendemos algunas veces; tomé una piña cierta vez.Nos apodabamos:

-¡Gallo ciego!

-¡Pie hinchado!

Pero en el fondo, gustábamos uno del otro.

Los años pasaban. Mis angustias fueron poniendose más sofisticadas; la imaginación más creativa deshilachada un rosario de miserias descritas en romances y filosofías. Para completar el cuadro, adquirí los vicios fundamentales de los literatos agonizantes: el humo, la bebida y el pesimismo. Si añadimos de allí viene a pereza, el insomnio, la debilidad física y otros males, logramos el perfil de un decadente Don Quijote.

Fialho era el opuesto: recio, de cierta manera adaptado y, vicios, solo los de sueño y reposo.

Fialho era buhonero. Desde pequeño ayudaba la madre en sus negocios: venda de salados, cachaza, churrasco y cachorro caliente.


En uno de esos cambios de punto hechas por los buhoneros vez u otra, la tienda de campaña de carrorro caliente fue parar en la autopista Nuevo Rio que, desde entonces, se tomó sublime. Al final, en qué lugar hay más novedades, ¿romanticismos, acontecimientos tan diverso como llegada y partida de lo qué en una autopista? La salida de los autobús era siempre una invitación a la evasión de ambos.


Fialho soñaba ser conductor. Pensaba en un viaje de fondo literario a la Argentina, a Chile, quien sepa...

Allá estaba la tienda de campaña de Sancho Panza, o mejor. nuestra, pues yo consumía, tranquilamente, sin pagar nada. cerveza, cigarrillos y cachorro caliento. Y no ayudaba en momentos de necesidad, porque tenía verguenza. Pienso como pudo Fialho aguantar mis rarezas, mis filosofías convidando al suicidio hasta de madrugada y, cuando él no dormía en medio a la más alta metafísica, escuchaba todo con extraordinaria paciencia.

Peleábamos algunas veces por causa de la ética. El agua mineral directa de las picoteas de la autopista. Yo lo sensuraba. pero hallaba gracia del desembarazo y pureza con que era hecha la cosa. ¿Pero él tenía de tener logro para nuestro banquete filosófico de cada día, no tenía?

Fialho continúa simple, práctico y bondadoso. Aunque nunca leyese la biblia o algún libro desde aquel tiempo. cuando yo blasfemaba horriblemente él me hablaba de Jesus.

¡Valgame Dios! El amigo era Sancho.





1990.


LA MENTE ATÓMICA


Pienso que debo escribir una crónica sobre mi amigo Roberto, la mente atómica, como gratitud y homenaje por los años de nuestra amistad profunda, sincera y constante. Más que amigo, Roberto es el hermano que nunca tuve, hermano de rosa y de cruz.

Roberto es casi monástico. Rígido en la disciplina, metódico. Quien lo conoce poco diría que es un sujeto formal, tal cual se presenta en su comportamiento exterior discreto. Solitario, vive buceando en inciensos y libros sobre OVNIS. Breve en las palabras, difícilmente los profanos tiene acceso a su corazón raro, gracias a Dios.

Sin embargo, por una concesión de amistad por mí, bohemio exiliado, Robert me acompaña a los bares, un poco contrariado. Dos o tres vasos le son suficientes, mientras voy derribando botellas cual si fuesen boliches.

- Come, Marcelino.

-No, hermano. Quiero beber y hablar.

Con certeza, Roberto fue mi ángel de la guarda en el período difícil que pasé, despues el desengaño casi fatal de Vera. Pero el amigo escuchaba mí desahogo, horas al filo, botellas despues botellas, semanas despues semanas, meses despues meses. ¡Qué paciencia la de él en oír mis vicisitudes!

Estuvimos juntos en nuestros hogares, rituales, florestas, grupos espiritualistas, tabernas, librerías y otros lugares ciudad afuera. Sobretodo estuvimos juntos en las confrontaciones con nuestras cobardías, y en nuestra soledad de solidarios, calidad que, en el mundo de hoy, margina.

Si usted codear a Roberto en sus sentimientos, con certeza va a hacerlo llorar. Y él no va a gustar ni un poco de exponer su cobardía de amor que, apenas sabe él, es su fuerza.


Un día, estábamos nosotros dos ,más suhermano Rafael en el viejo fusquiña de ellos, cuando Rafael desató una frase de honda apocalíptica:

- Y si de repente el mundo parase, solo funcionando aquello y aquéllos qué fuesen movidos al amor, ¿y todo lo demás quedase petrificado?

En la hora, un vasto horizonte de posibilidades se abrió en mi mente, mientras el coche proseguía viaje.

Hasta hoy pienso en la frase de Rafael. Pero solo llegué a una conclusión : aquel fusquiña galgaria los cielos como una cosmonave, dirigido, por supuesto, por el mente atómica.




Septiembre, 1995.


DANIEL


Estaba bastante deprimido. Llovía. Decidí, como las otras veces, ir al bar, para poner los pensamientos en orden. cerrando el paraguas, entré. Tuve la habitual sensación de bienestar. Tocában una música americana, uno de esos "flash back" que se quedan en la memoria, como la trilla sonora de un posado quizá más feliz...

Había, además del Beto gerente, a quien saludé, un bebedor tradicional y un desconocido. Era un tipo original, tenía un aire de libertario, me simpatize con él. Pedí un choop.Pronto. Estaba libre para el delirio.

Cazuza decía, con propiedad, que el bar es un local democrático. Concuerdo, y digo más: es un lugar humanizado, hace a veces de consultorio, confesionario, templo de risa y refugio de los solitarios.

Vean, estaba solo en el bar; yo, Cardoso Morais de Bragança, libre, sin tener otro deber sino la de pagar la cuenta. ¡Y dinero yo tenía! ¡y espero tenerlo siempre! el dinero tiene el poder de isolarnosde aquéllos que adulan nuestra reputación y, igualmente, nos protege contra la maledicencia de los mismos, cuando no lo tenemos.

¡Entonces, mis preocupaciones qué eran que se fuéran para la puta que los parió! Al final, qué importa si me llamo Cardoso, ¿cuándo sabemos qué la metafísica nos lleva a ser nada? En cuanto a mí, Cardoso Morais de Bragança, ciudadano digno por afuera, cumplidor de los deberes, pagador de cuentas, desaira sincera- miente a sus semejantes, algozes de toda mi angustia y limitación. ¿por qué aún no podemos ser locos? Tendría orgullo si mi vida fuese un delirio, un vuelo de meteoro que no sabe adonde va a dar. ¡Libertad ya, mierda! no quiero padre, madre, ¡patria, vecinos, nada qué me límite! Quiero la ligereza de los caballos salvajes, desconocedores de la hipocresía - ¡virtud únicamente humana! ¡quiero todo día un día nuevo, y no una sucesión de tedios y desentendidos!

Mis pensamientos iban en esa anarquía, cuando, ya con la tercer porrón, sin que yo hubiese percibido, lo extraño había se aproximado. Apenas un taburete nos despegaba. Tocaba "The guitar man".

-Me llamo Daniel - se presentó.

-Nombre de profeta.

-Todos nosotros somos profetas en algún momento...

-¿Cuál es su momento de profeta?

-Son varios. Pero no quiero hablar sobre eso... la música es una prueba de la existencia de Dios. El arte revela lo oculto.

-¡tiene usted una manera extraña de iniciar una conversación!...

-No concuerdo, mi querido. Usted, por ejemplo, está siendo masacrado por la ignorancia de las personas que lo cercan. Y eso no puede ser. Es un mensajero de los dioses.

-¿Qué charla es esa, querido?

-¿Quiere experimentar? Dé una meada en la calle, en la frente de todos, debajo de la lluvia. ¡Nadie va a decir nada! ¿tiene usted dinero, entiende?...

-¿Daniel, que hace usted de la vida?...tiene una charla media extraña...

-No es eso. Yo apenas decidí ser lo que soy. ¿Quiere ver una cosa? ¡Adoro el vientre de las mujeres! me gusta chuparlas, besarles los pies, verlas estremecer, con una sonrisa en los labios, los ojos en el cielo...

En ese momento, no pude contener la risa. También me gusta ese tipo de juegos.

-Puez hombre!!!, ¿quién no gusta una hembra? Hasta los dinosaurios...



-Ora, Cardoso, sabe que el mundo esrá lleno de trados. ¿Entonces,mea o no? Aproveche la lluvia. ¿O tiene verguenza de su naturaleza animal? ¿Y la literatura? ¡Nada te vale Nietsche?!

-Prefiero Spielberg.

-A esa altura, yo ya había entendido el clima de mi extraño compañero. Tenía una masculinidad pujante.

Durante años, Daniel fue una especie de hermano, aunque solo lo encontrase en los bares, al acaso.

En aquel día, sin embargo, aprendí la bendición de la naturalidad radical. Cuando nos despedimos, meamos fraternalmente benditos por la lluvia.


LA CAZA


Luego amanecería.Mirando el cielo aún violáceo, rumbé para la playa, dispuesto a dialogar con el siempre vasto y misterioso mar.

¿Cómo viniera a parar enIpanema, en aquella hora?

Me acuerdo apenas de que había tocado guitarra en la banda del Rocha, que había bebido cerveza, que había besado una niña y que había cogido un taxi.

Ahora estaba allí, delante del mar. Soledad con soledad. El pecho doliendo de amores mal resueltos, conflictos, desepciones y miedo. Miedo de quedarme solo. Miedo de no creer más en el amor. Habiendo recorrido una larga carretera bajo el polvo, solo me quedaba -de hormigón -la soledad.

¿por qué las mujeres me dejaron? Toqué en mi ropa, el viejo jeans; era verdad, estaba vivo aún. Había sobrevivido a más una pasión. Sonreí como un idiota -pero el pecho dolía cual si hubiese sido acuchillado.

Nuevamente yo estaba en busca de un destino -todavía que fuese la muerte. Por eso caminaba por la arena, buscando la soledad (¿o huyendo de ella?).

Aviste a lo lejos un grupo de seis personas, formando una rueda cerca de la playa. Entonaban un cántico extraño. Aquello deb;ia ser algún ritual mágico. ¿Serían locos? Sentí un cierto miedo, pero resolví acortar la distancia.

Fui avistado por una mujer, que parecía liderar el grupo. Su mirar, desafiante y provocativo, cruzó con mío, en uno de esos crices inevitables del destino. Mientras jugaba con las manos un puñado de arena, dijo:

-Nadie se aproxima de aquí a la toa. Puede llegar.

Me agarro de la mano, empujandome para a rueda. Eran cuatro hombres y dos mujeres. Sin embargo, aquella mujer parecía reinar soberana sobre todos nosotros. Tenía ella, además de fuerte personalidad, una belleza indiscutible.

El grupo me miro con una mistura curiosa de indiferencia y recibimiento. En cuanto me puso en la rueda, la gitana dejó mi mano, lanzandome un mirar cariñoso, y retomó a su lugar. ¿Sería un ritual de solidaridad?

Canté con el grupo hasta el amanecer. Antes, sin embargo, que la playa empezase a llenar, resolví salir, para guardar en la memoria apenas aquella escena mágica. Saludé a todos individualmente, con gratitud. Después, me dirigí a la gitana:

-Eres una mujer muy bella. Muy bella mismo... Ella sonrió. Y su sonrisa debe haber abierto un cielo en mi

pecho. Pareciendo que adivinara mi dicha, me beso los labios, delicadamente.

Aquella mujer había redescubierto mi alma.

Fui para casa, no sin antes observar una gaviota solitaria volando en dirección al infinito. Pensé que somos como aquella gaviota, siempre en busca de un destino mejor, más fuerte, más alto. Quizás cazar el destino sea nuestro único destino.

Así yo proseguiría, sin embargo lúcido, limpio, sin doleres. Cual si yo hubiese nacido en aquella mañana -nacido del beso de la gitana.






19/10/95
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