Vos eras chica, llena de ideas:
cómo jugar a casa y muñecas.
Lejos de calma de esa doméstica
ya decidías , también mandabas.
Teníamos muro, tren y vereda
casi normales
y con abuela.
Vos más aparte porque eras chica
y así tejimos la enredadera…
Pasan los años, hijos y vueltas.
Cúmplice tierna: ahora abuela.
Antes mandabas, ahora juegas.
Te has conseguido un nuevo planeta.