Número do Registro de Direito Autoral:131013759520134700
Decir la Distancia
No sé si se puede hablar de amor.
Después que tanto hablamos, y sentimos, y dejamos para después,
Porque sabíamos que estábamos juntos a pesar de todo, de todos, de nosotros, de los otros...
No contábamos los quilómetros.
No quisimos: la distancia. Y la dejamos a ella controlar la velocidad. La rápida extinción de lo que fue: lo que tuvimos, o lo que no tuvimos. Lo que creíamos, lo que pensé- en vos, en mi, en nosotros. Fugaz, alternativo y posible – solo como un sol. En un espacio enorme como un rei abandonado, nuestro sentimiento a quien llamamos de amor, se hizo importante y se suicidó, como un pájaro terrestre volador, y no más con la importancia de un sol.
Reinó poco, pero nos hizo nacer- o nos mató.
Por eso no puedo hablar del amor.
No puedo jurar que te tuve, pero no puedo ignorar que existes y que dejaste un vacío al retirar tus ojos y llevarlos en un baúl, como si fueran particulares y nunca me hubieran pertenecido.
Me haces creer que soy intrusa y te llevas todo, en un vuelo loco donde no sé si me quedaría. Entonces miento y me confundo: si te guardaría , si te diría? No lo sé.
Por eso sí te digo : no voy a hablar de amor. Voy a decir que aún te quiero, y que no sé por cuanto tiempo (como me dices tú, porque estás lejos, porque me largas y me recoges como juguete).
Y yo me creo capaz... Y entiendo, estoy de acuerdo y digo que sí, y me olvido de vos y de mí, quedo feliz porque estás vivo, y sé que estás, porque te siento por aquí.
Y aún así, no puedo más hablar de amor.
Puedo hablar de la distancia, porque en ella crees como en un dios, porque tú la avivas con tu ausencia y me dejas el olvido en su terreno quilométrico y en la soledad de algunas cosas que no sé como llamar.