La poesía es un carácter angelical,
que me involucra, me acaricia,
me quita, con la delicadeza, de la tristeza.
Y va devolviéndome la energía.
Su palabra es tierna,
me lleva a un lugar encantador,
me involucra, como un carácter fraternal
y, poco a poco, se me marcha el dolor.
Su poder es mágico,
me dice cosas maravillosas.
Yo me olvido que todo es trágico.
Yo apenas pienso sobre las cosas dichosas
Con la poesía, yo me olvido de melancolía.
Yo me siento bien en este lugar celestial,
donde no existe la agonía,
simplemente una inmensa paz espiritual.
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