Vivir es viajar para el extraño.
A veces, las imágenes y pasajes
déjenos en un estado empapado,
sin la visión de abismos.
El destino de viaje es un desconocido.
Ni traza para dijujar adelante.
El camino es infinito,
pero allí los atajos para aquéllos que quieren córtalos.
En el equipaje: las dracmas, espere,
la fe, objetivos para alcanzar...
Nosotros anhelamos la beatitud,
sea qué es el camino para proceder.
Pero cómo ganar la incertidumbre?
No olvidándose de poner el coraje
en el equipaje, con la certeza,
para ser proporcionado bien en el viaje. |